De tu vida solo divise las mareas de tu silencio en el amanecer de tus ojos que brillaron en mi.
Cuan insolable cielo retrataste en mi alma adornandote de estrellas que guiaron mi letargo.
Enigma de mujer: En esencia de mar y flor; reviveme con tu dulce voz de primavera y abraza esta incesante palpitación de mi alma divinamente enloquecida...por ti.
Se nutre las vacuidades en formas alegóricas por donde la más esquiva malicia se desata en una benévola adoración… crece y crece como el yugo de un buey sacrificado por tanto la fertilidad y la consagración se dispone a mirar en los ojos de la verdad. ¡Mira bien este fervor desatado! El racimo de tu cosecha Se dispersa como las olas ensangrentadas en parto Austero porvenir de naturaleza incauta; ...¡Hazme sentir el sortilégio del animal bendito! Placer de una bruma idílica. Conmemoración de tu designio salvaje. (A lo largo reposan las ataduras de tu juramento) A tu figura amablemente repudiada (o en sentido inverso), evocamos la frágil virginidad petrificada Para un designio de preservada satisfacción, En carne devorada, En esperma sembrada; Quien quiera que seas… subyaces la interminable consagración para quienes no postran clemencia ante tu engendrada divinidad.