Ovulo de su Silueta Profanada



Surge el deseo como boca de león
para saciar encantos de mirada esquiva,
un llano recuadro en la mujer retratada
infiriendo la estática dulzura
por tocar la curvatura celestial.
Sudor flujianime en la pasión desorbitada,
cada mano son mis pecados
y a la vez
un contacto procreador del fatigado amor.
Mujer de azabache, silueta edenica
el eco de tu risa
confunde lo sensual de tu aroma.
Virginidad descarriada
ovulo castigado,
el susurro de tu llanto
sofoca el éxtasis de tu castidad.

Un clamor asfixiado con su beso salpicado
la destilada fusión que minora el deseo.

La mujer es saciada de su cuerpo
y la profanación ensombrece su belleza celestial,
donde mi mirada cautiva
desvelara su hermosura corroída

Penumbra Femenina



¿Cómo deshacer
la ausencia cálida en tu aroma?

Esa fragancia llena mis anhelos
como un suspiro
ahogando mi pena.

Entre las gotas de tus labios,
creí devorar
el cadáver
de tus ansias;

es más...
las risas de tu llanto
copularon su némesis.

Teniendo tu escultura
de carne sudorosa,
consumo tu vientre,
tu lengua,

tus pechos descubiertos
donde mis dedos delicados
invaden tu corazón
como hojarasca de ardor.

Penumbra femenina
disipada en caricia,
brasa de tus ojos
renacen por tu noche.

La satisfacción
crea un aura voceada
al ultimo desaliento
de un embeleso final.

Yaces en lumbre
con tu sombra y sudor.

Benigna Cicatriz




Es mortal el impulso indeseado de una airada palabra
casi letal como el abismo de una persona envenenada,
pero siempre abrumara un verso de alivio
cuando el alma es incapaz de sentir angustia.
Mas que nada...
el silencio conforta el corazón apiadado de ira
diluyendo las vilezas de una cólera frustrada
con solo desaparecer de tu presencia
hice que tu herida fuera
menos sufriente.

Elixires en una Bruma Nítida




Es vaga la mente desahuciada de una melodía
como romper el espejo mientras danzamos en reversa
fragmentos y cenizas difusa al corazón
por una simple canción sin ser escuchada.
Exhaustiva complacencia minora mi ser
desquitando la pena que nunca me consuela,
aunque una fogata de incienso confunde mis dudas plagadas.

Llanamente le coloco nombre a muchas mujeres
unas cuantas inmortalizadas en olvido
besos de muchas ilusiones efimeras
diluyen las bellezas con un espectro de noche.

¿No habrá algún significado arduoso
para describir la hostilidad de un despecho fallecido?

(Entre tanto, mis versos son silencio)

Tertulias indiscretas se tornan melancolicas
tanto en verlas, menos por creerlas.

Si sufriera un poco para exhalar tranquilidad
entonces percibiría una comunión en mi otro yo.