Desvanecido


Memorias pasadas desenvuelven un tiempo,

que repite las lagrimas de agrias decadencias.

Pétalos que caen como otoño usurpado,

de vuestra lagrimas existe un olvido disecado.


¿Cómo puedes dejarme sin aliento de vida?


Arduo suspiro que abruman vuestra alma,

emanando sobria tristeza de soledad sembrada.

Morir con deseo que morir sin vivir,

¡Donde más pudiera sofocar esta melancolía!


Ayer estuviste aquí, ahora solo esta tu ausencia.


Déjame alcanzar el cielo de tu inercia,

pues solo quise ahogar el llanto de tu desden.

Meramente distante de mi muerte anunciada,

pidiendo desahogo entre tus sombrío pecho.


Entre lágrima y parpadeo, existe un indefinido espacio.


Mi alma se torna de monótona palidez,

adelgazando mi esencia de vacuo pesar.

De mis lágrimas y las vuestras,

solo queda un desvanecido adiós.

Venus en Útero

Pieles suaves que madrugan entre delirios,

adentrando esporas que aferran una pasión.

Residuos de cabello esparcidos en una desolación,

dejando el rastro de una escapada intimidad.


Estas adentro, ocultada en un matorral.


Ecos de una risa que viajan con un llanto,

la ausencia niega reconocer la grieta de la concha.

Nunca encontrado: El lazo de tu melena;

Solo letras ensangrentadas de un parto sagrado.


Estas cerca, corriendo entre lilas carnívoras.


Cupidos manchados duelan por una flecha maldecida,

gastando su deber por una presa perdida.

Divinidades expulsadas señalan una mirada,

donde las gotas de un desespero caen de tu lengua.


Estas aquí, sentada entre las dagas de un abrume.


Lucrecias embarazadas perforan rosas marchitadas,

creando coronas para una diosa estéril.

Apenas sentiste la caricia de tu fría cara,

cuando tu hermosura se limpio de agrios sudores.


Estas conmigo, bañándote en una tina de sangre

...Purificando el beso de tus labios.

Bellanía

Inflamea un deseo esculpido de una deidad,

arde la ingesta de una carnalidad distante.

Una belleza incauta a un alma silenciada,

como mil noches arábigas de un solo deseo.


Largo azabache de una penumbra seductiva,

nieve fría en la inercia de tu tez manchada.

Diosa babilónica desposada de un sortilegio,

hermosura oscura vestida de falsa ternura.


Radiante Bellanía de una noche congelada,

recorres los arbusto de un pasillo seráfico.

Creando matices de una pasión escrupulosa,

a mi vigilante semblante de alma silenciada.


¿Quién buscas para transfigurar tu sentir?

Dulce Bellanía de una luna egoísta;

¿Quién sospechas de una sombría elegía?

si el mismo poeta te besa de sus letras.


¡Ahuyenta mi maldición de silencio!

Aunque no conozcas el nombre de tu seductor.

Espera otra noche de rimas suculentas,

y veras la oda que he creado en ti.

Áurea de Rosa Azul

En lagunas de suspiros inundados,

solo un reflejo distorsiona mi semblante.

Bajo un ocaso de pequeño atardeceres,

la noche me incita a reconocer tu presencia.


Como hojarascas flotantes de una belleza dispersa,

flotas en sueño dentro una prístina aurora.

Pueden caer las flores de la primavera dolorosa,

y quizás despiertes en una luz de esmeralda.


En las lágrimas de una estrellas descarriadas,

el cielo se impregno de tu fauna noctambular;

Solo tocas el alma con una divina ternura

y revives la esencia de un poeta desamoroso.


He bebido en tu laguna,

y tu fulgor cegó mi soledad.

He llorado por una locura,

y tu amor brilla como el áurea de una rosa azul.


¡Dadme tu luz, pues mi áurea lentamente se extingue!

Trigémino

La farsa cambia su mascara,

cuando el lujo chorrea su condena.

Tantas expresiones que niegan serlos,

aferradas en agonías retorcidas

Risas que Desaparecen con gracia.

Llantos ahogados en silencio.

Rencores petrificados por eternidad.

El dolor se une en la trinidad,

formando un solo dolor por aliviar.

Cielo Inerte


Más blanca que la piel de una difunta, más vacía que el aliento sin vida. Pude verte tan pálida como el alba sin su mañana, donde tu inmensidad quedó olvidada en el silencio de los cuatros vientos.
El canto de los pájaros heridos trae el luto de tu muerte celestial. Ya no puedes escucharlos, ya no puedes ofrecerles el vuelo de sus pobres canciones. Sólo revolotean parásitos de un oráculo enfermizo, esperando abrir el paso de su hambruna abismal.
Ya nada igualará tu majestuosa grandeza, incluso el océano evocara a su oscura melancolía. Mis pinturas no tendrán sus paisajes, ya que sufriste la repercusión de una tristeza fatal. No pudiste llorar, ni siquiera romper las centellas de tus hermanas tormentas, los astros dejaron de compartir tu omnipresencia cuando la noche vio que no respondiste a sus tinieblas. La primavera se quedó esperando por el regazo del inmenso azul. El verano prefirió ocultarse en la frialdad de su atardecer. El otoño ignoro el último suspiro de los bosques moribundos. El invierno no cubrió el sueño de la naturaleza penosa. ¿Por qué falleciste tan repentinamente? ¡El aire ya no tiene lugar donde vivir!
El blanco consumió tu belleza reinante, mientras observaba un flácido cisne tratando de despertarte de tu injusta inercia. No escuchaste su quejido, ni siquiera sentiste cómo se desvanecía su esfuerzo, al caer lentamente de tu sola presencia. ¡Estás muerta!, eso fue lo que nunca entendió. Pobre de ti, ¡Oh cielo inerte! Otra mañana sin tu belleza, otra noche sin tu lujuria; no hallo aliento en tu ser, que me de un profundo respirar a mi alma. Una vacua soledad que anidaste por un sobrio momento, los pilares de la luz pausadamente se extinguen en tu alto sepulcro; las sombras no volverán a abrumar sus sombrías mímicas.
¡Nunca podré contemplarte como antes! Ya sucumbiste al eterno reposo de tu vida extinta. ¿Cómo podrán recordarte, mi dulce cielo? Ya mis lágrimas perdieron el color, ya mi alma no podrá vagar en pena; puesto que descansas en un sueño sin fin. ¿Donde estará tu espíritu?, ¡Mi pobre cielo!
Un silencio se siente en cada horizonte, en cada colina, en cada pradera, en cada montaña, es la vacuidad que sembró tu lamentable ausencia.
Moriste para dejar un mañana desfallecer, moriste para culminar la melodía de la noche, moriste por envenenar las tempestades de la vida.
Sólo te vi por última vez, te dejo en paz en tu omnipresencia fallecida. ¡Oh, cielo Inerte!, ¿Por qué nos abandonaste?... ¿Por qué?

Malicia Escondida (en Lienzos de Mil Rameras)


Bellamente malvada,

inmaculada prestigiada.

Divinidad martirizada,

iracundia escondida.


Amorfa seductiva,

oscura provocativa.

Encanto evasivo,

suspiro invocativo.


Ninfa delicada,

castidad perturbada.

Ramera multiplicada,

corrompida divinidad.


Lienzos encantados,

malicia inmortalizada.

Prístina pervertida,

hermosa abrumada.


Erótica retratada,

desnuda paralizada.

Malicia revelada,

belleza profanada.

Resurrección, Halos de Sueños Descifrados


He puesto mi duda por olvidar las palabras

que me suprimieron de un sentir,

era demasiado el pesar

que rugió por invocar la fantasía inalcanzable;

Y simplemente dejo de existir

porque ya no estaba conciente

de vivir o morir por soñar nuevamente.


Perseguiría mi estrella que soltó su lágrima

en incontables veces perdidas,

la perseguiría en el fin de mi mundo,

en el fin de mi soledad.


(He de seguir mi sendero, bajo una nublosa visión del futuro)


Reafirmo mis pensamientos,

con el rompecabezas de un infinito,

Reafirmo mis palabras,

con las letras de un soñador desvanecido.

La duda ha de desaparecer,

porque no tengo de quien o de cómo dudar.


Solamente un halo despertó este enigma,

y volveré a despertar en la realidad de una resurrección.

Entre la Hojarasca de un Verano (Resoplando bajo la Ausencia)


Entra la ausencia disecada,
el sol me dijo que te fuiste.

Bajo el iris de tu reflejo,
la luna me susurró una plegaria.

¿Cuándo fue la última vez,
que el viento levantó tu falda?

Hojas marrones secándose de ausencia.
Migajas de Verano que arden en tu cara.

¡Sentiste el calor!
¡Sentiste la brisa!

Las hojas se van volando,
y dejan la Venus dormida.

Las hojas quieren volar,
alrededor de la Venus desnuda.

Hojas amarillas de un Araguaney abrumado,
llorando la inexistencia de la belleza aflorada.

Entre la hojarasca de un Verano,
te vi flotando entre la caricia del viento.

El sol se puso triste.
La luna se quedó callada.

Grietas en una Tertulia Prolongada


Quien pudiese decirlo…

No era que deseaba verter tu vestido

Con la sombra de mi idiotez

(Hice crecer hongos en tus galletas de cristal)

Por mas que quise adornarte una primavera,

Solo obviaste que el otoño alargo su decepción.


Me serviste una taza de café con pimienta, aun así…

Me tienes aquí: Tachando la lista de mi ignorancia.


(Pero creo que el tiempo de vez en cuando se quita su barba)


¡Olvidemos aquella brecha!,

Pues ya he descocido mi corazón por ese error.

Permiso


Lleve consigo un cenicero lleno de perfumen incinerado

Atontando a las diosas que viven en los rascacielos deshuesados.

Vine a ver el paisaje, y con ella, un ave desnutrida

sacando conclusiones y omitiendo razones ilusas.


El sol dice que tiene sed, pero yo no le creo

vive pidiendo limosna a una anciana

que lleva por nombre sequía.

Mi cigarro expira mariposas en su llama

mucha de ellas se aparean con vergüenza

¿Dónde dice que no puedo desnudar a la humildad?


Es ilícito soñar para una niña consentida

bajo su falda existe un enjambre de langostas.

Tengo un pasaje hacia una espiral mareada

pero un hombre con sombrero encapado señalo:

Allí viven las sombras de piernas hermosas

y los hijos de las miradas irreconocibles.


(Hasta mis pensamientos se asoman por la ventana de mis ojos)

Miro mi reloj de rubíes

y ya los petirrojos cantan el velorio de sus polluelos.


El cielo tuvo un retraso de cinco meses

y la noche le queda una estrella por fecundar.

Tomo notas y observaciones

y expiro una bocanada de virginidad

para una multitud de evas existencialistas.


Conté los estragos de una familia embriagada,

pero deduje que era demasiada insensatez

tomar una digna aprobatoria

para violar un sueño ajeno.

Cuando el Escarlata Pinta su Sombra


Lumbres disipadas
señuelos imaginarios,
surten estas espigas
manchadas e inquietas.

¿Qué se lleva el viento
en su estela dormida?
Tantos amaneceres
no ceden su brillo cegado.

Nadie descansa
con su sombra
ni imploran lunas
alumbradas e alejadas.

Sin embargo,
aferran su remordimiento
en tallos cortados,
viven con el ocaso
corriendo por sus frentes.

No es suficiente.
– Aun sublime –,
esta carne invoca
una fragancia de recelos.

Pálido y enamorado,
¿Quién puede deshacer
un encanto ultrajado?

¡Ya lloran las cigüeñas!
¡Ya callan las misericordias!
¡Limpien de utopía,
el desangre
de ésta prístina inocencia!

Perfil


Se dispersan los ojos que han perdido el alma de quienes los atrofian, las caras no poseen expresiones positivas u negativas que ocultar. Cada noche es un vicio de estrellas fumadas, y un sediento ardor por fecundar en lunas promiscuas (Entre tantas aminoranzas, yo estoy acariciando una escultura)

Ovaciones Sin Relevancias


La inmundicia suele pasearse como palomas engripadas rebuscando un alpiste de dignidad en cada calumnia y teatro de poesía barata, al menos una persona admite que es un hastío aplaudir a un halagado de fachada, o mas bien ¿Porque no simular una ovación con una tecla de "Applause"? (La primera vez: Se la creen; la segunda: Se creen en la gloria) ¿Y después que?

El sol debe salir bastante caro como para iluminar un "Elegido", ni que decir sobre palabras imprentas de locuras psicodélicas-retorcidas-marica esotéricas-mal pintadas expresiones del alma (casi ó semi-frustrada) donde todo el mundo no cabe en una pagina de Agradecimiento, pero les sale pesado desenfundar el puño para una firma sin redobles de líneas asqueadas por un "Gracias"

Por ende, es asimilable sacar dos conclusiones irónicas que en dado caso, están oxidadamente ásperas para poner un punto en claro:

¿Me importa?, y ...¿A quien le importa?

(De allí, es el dilema sin su caparazón)

Boulevard


Desembocaduras transitables parecen ríos de hormigas

ausente de vidas en un frenesí trayectoria.

Las ninfas se escapan de los burdeles

y nadie responde por la burla de una puta adinerada.


En una fuente los amantes se bañan con zozobra

y bajo una sombra arbolada

un cupido se la pasa escupiendo a las solteras con alas;


¡Que iluminado esta mi sitial de cortejo!


Un niño de madera juega ajedrez con una calavera

(Ninguno pierde u gana, pero piensan demasiado)

Un trovador escribe oraciones a su dama apedreada

y esta le enseña las heridas que desaparecen.

Hay niñas que cuentan el salto de los grillos

y otras prefieren robar flores a un muerto.


¿Cuántas veces me he sentado en este banco oxidado?


Faroles intimidados apagan sus luces endeudadas

cuando advierten sobre castidades quebrantadas,

El mimo les cuenta chiste groseros a religiosos

y todos ríen creyendo un milagro prohibido.

Unos recién divorciados pescan pareja en un lago

y la carnada es un infante de oro pulido.


Un paseo refutable, y nadie me pidió amor por cuerpo,

aunque muchas grullas castradas

me dejan cartas sin remitentes.


(Quizás mañana veremos una luciérnaga con anteojos)

Cuatro Dudas para un Enigma Enamorado


¿Cómo sería si aflorase la sombra incolora,
cuando las luces se irradian en los ocasos sin causa?

¿Qué se vería en lo vasto de las estrellas,
mientras negamos nuestros ojos a una luna sin cara?

¿Por qué inhalamos la vacuidad del corazón,
si apenas palpita una nostalgia escondida?

¿Cuáles de tantas noches abrumadas en niebla,
suelen espantar al fantasma de un enamorado?

…No resplandece un perfil sin cuerpo
cuando pierde una belleza sin mirada,
pero se despierta como un golpe de quebranto
y desaparece un amor sin regaño…

Caótica Bendición


Quizás impuse
una reflexión dilatada,
mejor deduje
lo imposible en odiar.

Es una caótica bendición
aflorando en premura.

No fue
el principio de una lágrima,
tampoco el incesto
del sollozo putrefacto.

Es dudoso resistir
un elogio inerte,
si acaso escuchara
la preocupación desfigurada.

Todo puede ser inmune
fuese sólo un viento sin origen
un murmullo insufrible, o tal vez
la sustancia de una lluvia anciana.

Bendita seas
amorfa imaginación:
pureza desterrada
como joya sin valor;

Maldita seas
belleza oscurecida:
viciosa ilusión
conocida como mal.

Belenruth


Asunción
os implora
delirosa,
caída vuestra
perpetua fue.



Melancolía,
sin faz,
has de conocerla:
atroz,
dentro del espejo
la descubres.



Tu atisbo letal:
veneno apaciguador.
envuelven belleza
en sofocado velo.



Consienteme
con ternura de versos:
soltura en malicia
encarnecida y táctil.



Afliges en mil caudales
tu abandonado éxtasis:
consolada murria,
abrazada con placer
al unigénito pecado:
una mujer más
os deseo convertir.