Causas Diferente



Daría por ser diferente,
mientras la indiferencia solo me deja estelas de dolor.

Por ende,
quiero pensar en como adelantarme a tus pasos.
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Para Ti...Mi Divino Enigma



De tu vida solo divise las mareas de tu silencio
en el amanecer de tus ojos que brillaron en mi.

Cuan insolable cielo retrataste en mi alma
adornandote de estrellas que guiaron mi letargo.

Enigma de mujer: En esencia de mar y flor;
reviveme con tu dulce voz de primavera
y abraza esta incesante palpitación
de mi alma divinamente enloquecida...por ti.

Caudal de Entrega



Si algunas veces desearía contestar a la desnudez con un toque de ironía
dejaría entrever la razón transfigurada de mi estigmatizada conciencia
con un poco de carne ajena y besos incorrespondidos, no obstante...
solo he tratado de verme mas serio (menos fuerte)
pero eso me cuesta mi corazón, mi sensibilidad, mi vergüenza.

Cada vez, el impulso de mi bestia es latente
aun si pudiese verme en el reflejo de un inocente,
pero no vale la pena desistir la tentación de un humano
lo prohibido se vuelve mas a una causa que una consecuencia.

Mientras tanto...el pudor de mi cuerpo, y la blancura de mi mente
divagan entre un lecho de cansadas complacencias
donde brotan inigualables estirpes
de una pasión revuelta en pandemia.

Por lo tanto es hermoso devorar ese caudal de entrega
entonces...ya nadie osara reclamarme su parte.

Vereda



¡Andemos por esta vereda!
El atardecer empieza a quejarse de su ocaso anterior,
la muchedumbre vive pensando en como dormir
sin escuchar los gemidos de la desesperación
(Tienden a desarroparse cuando la luna se baña en brío);
Pisamos el concreto de los olvidados,
aquellos que creyeron se recordados
por el hecho de plantar jardines de cabilla y cenizas,
pero solo las moscas, de vez en cuando,
hacen melodías para ellos
como promesa de concebir pureza
a la enfermedad que los acompañan.
El cielo deja una estela de perfumen,
y los indigentes creen vivir
en un palacio de lata.
Un perro con sarna es mejor trovador
que un bohemio y su guitarra
(Aunque su sentimiento no se aclara
por el sabor de una pierna)
Ciertas mujeres sueltan sus trenzas
para que el primer vagabundo
ose rescatarlas de su vergüenza oculta,
pero muchos de ellos caen empalados
en las cercas dentadas,
después de escuchar el secreto
de sus balcones femeninos
(Quizás se asustan por un reembolso de dignidad)
A veces el rumor se viste de traje etiquetado
y rara vez se disfraza de meretriz costosa,
por cada esquina de ángeles bebedores y demonias fumadoras,
no hay mejor historia
que un cuento marañado.
Por cada casa se encuentra…
Un albañil que cultiva orquídeas de periódicos,
una religiosa que colecciona retratos de vírgenes
como excusa para que sus hijos la olviden,
un mecánico perfeccionando las pulsaciones
de una esposa sin alma,
una abogada que reniega la verdad
por encima de su protocolo,
un medico confundiendo la vida
por un valor monetario,
una ama de casa retocando su soledad
en su lecho empapado,
un cura que desmantela su templo
para pagar la renta de su pecados…
¡Son tantas las idoneidades de una faena!
Aun así,
uno cree que Dios se la pasa señalando
(Yo creo que solo mide el sol con su dedo)
No hay triste rechinar de grillos cantores,
mucho menos niños
que constantemente saltan la cuerda
para saber que tan agotador puede ser
conocer un primer beso
al primero en romperse la rodilla
en una caída fortuita.
A veces las sombras
solo se la pasan mirando
a la nalga más bella que puedan rozar
ó manosear en un claro propósito
de hacer celoso a un poeta de melancolanza sentada,
pero hay compañías más etéreas y sutiles
que simulan la sensualidad
en la gracia de un cortejo inesperado
¿Quién sabe?
(Tal vez lluevan nebulosas oxidadas
ó prismas de neón)
Pero solo queda recordar
la dirección correcta de este paraje incierto
…si es que aun tenga un nombre
para olvidarlo.

Entre Miradas Negadas y Afectos Disimulados



Vivo revolcando mis ansias por tenerte a mi lado,
soñando y despierto
muero tragicamente cada minuto.

¿Fuese cruel pedirte sentir tu aroma,
cuando ya el viento quiere desposarte?

No! mi corazón solo late de una mitad.
Puedo izar mis velas,
si las estrellas no jugaran con nuestro destino,
pero sabes...que aunque tenga que encontrarte
entre ausencias y evocaciones,
aun siento que me clamas tiernamente...

Entre miradas negadas y afectos disimulados.

Vendedor de Perla Recita su Servicio


Ya las sombras no tienen lugar para disfrutar
el néctar de la concha corrompida
(Algo que la luna tiende a veces
a volver su cachos contra el sol).
Las aguas se braman en la sazón
de una joya amorfada,
por el cual un arte tan refinado
(a veces) pone de manifiesto
la risa de los moluscos fosilizados.

Por lo tanto,
el hombre como la mujer
no dejan secreto alguno
para librar la osadía de embriagar
la mar con su fruto de concepción.

En otro caso, se puede quitar
un solo grano de océano,
por poner la diferencia entre una perla
y los ojos de la vida.

Sicodelia



Para cuando sea media noche,
ya estare pendiente
por donde pasara mi sombra
y mis anhelos de pureza bohemia
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Emanando el Alpiste del Macho Cabrio



Se nutre las vacuidades en formas alegóricas
por donde la más esquiva malicia se desata
en una benévola adoración…
crece y crece
como el yugo de un buey sacrificado
por tanto la fertilidad y la consagración
se dispone a mirar en los ojos de la verdad.
¡Mira bien este fervor desatado!
El racimo de tu cosecha
Se dispersa como las olas ensangrentadas en parto
Austero porvenir de naturaleza incauta;
...¡Hazme sentir el sortilégio del animal bendito!
Placer de una bruma idílica.
Conmemoración de tu designio salvaje.
(A lo largo reposan las ataduras de tu juramento)
A tu figura amablemente repudiada (o en sentido inverso),
evocamos la frágil virginidad petrificada
Para un designio de preservada satisfacción,
En carne devorada,
En esperma sembrada;
Quien quiera que seas…
subyaces la interminable consagración
para quienes no postran clemencia
ante tu engendrada divinidad.
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Desgarrando su Velo, por dejar un Amanecer

Abrazo tu esencia con la canción de un olvido

desmintiendo la cobardía con el corazón helado;

Ni siquiera la lluvia puede llorarme más

y tampoco deseo llorar,

porque el silencio

fue demasiado para desfallecer.


Sin embargo,

lo que queda en mí ser

es apenas un nubarrón,

ocultado por un sol.


Pero apenas fuiste un desvanecer silente,

una caricia invisible a lo lejos de mi mente,

un aura ennegrecida por la promesa de una harpía;

Ya eres un olvido entre un mar de hermosura

y quizás te hundiste: Creyendo volar un vacío.


Un crepúsculo es inminente en mi destino

aunque la brisa de un mañana

me susurre con su voz de ternura.



Enfundado en Ilusas Palabras


Un chapuzón de palabras
inundan los credos de mi voz
como una indetenible cascada
impregnándose de emoción.

Toco el fondo de mis inquietudes
buscando lo bello
en lo turbio de mi malicia,
una forma de resucitar
la oscuridad soñolienta
en una cristalina mirada.

Recogeré mis poemas empapados
poniéndolos al sol de un mañana
para nuevamente
leer los oráculos de mi alma.

Brilla con la Joya de su Ausencia


Entreviendo entre lo paralelo de una presencia,
se vuelve ausente el valor de un aprecio.
Solo un rayo fugaz puede desviar la mirada
a un sinfín de mentiras inciertas,
pero cabe deducir
que algo más brillante
no siempre revela su fulgor.
Es algo tan resguardado,
celosamente efímero…
Un resplandor abrumado de ausencia,
donde nada permanece distante
ni siquiera un recuerdo (Basado en olvidar).
Aun pudiendo suprimir tantas malicias,
desearía nublar muchos rostros fisurados;
En cambio, la mirada más honesta
desvela un prisma que irradia su aura;
Una joya preciosa
estrechamente oculta
en un manto de estrellas esparcidas.
Contemplo su luminosa ausencia
como la fuente surtida
del afecto inextinguible,
aun sintiendo la desolación callada
donde la soledad
ha de multiplicar su desprecio.
Porque su ausencia no es eterna
y mis ojos la verán de nuevo…
Brillando para desaparecer mi dolor.

Mecido en Luna de Pesca


Tan frágil y valioso...
Apenas muerde el anzuelo

Los sueños son faroles
Intermitentes de un presagio

¿Dónde nadara la sombra de la sirena?

Una caña de pesca
Y las estrellas son mi cebo
Mientras la luna se mece
Para ablandar mi perseverancia.

Epifanía Degradada en Sopores Ascendentes

Vuelven lucidez indoloras que causan enojos de un anoche,

como el exhalo de un cielo abolido en su desolación;

¡Créenlo así!

Mucha belleza no se calma de implorar la hermosura por demasía,

pero es sustentable consumirse en esta imaginación,

porque es suficiente dilatar esta contemplación

como si fuera el génesis de una cristalina benevolencia.


¿Pero como se puede evocar

lo insufrible de esta ignavia tan inerte,

no es acaso que los diafragmas de mi cuerpo

son tan estáticos como el silencio perecido

de un “Ahora” diezmado?


Vean aquí…en lo más allá de esta acomplejada realidad,

¿Puede esta matriz palpitante

decirme el modo u forma de acapullar este instante

en una nada?


(Si existiera la nada, ¿Dónde respiraría interrogante?)


¡Díganme tan siquiera una sensibilidad más augusta

que cualquier sentimiento procreado!

Es imposible dormir esta alma semiconsciente,

es algo tan rechazado como el fulgor deslumbrante

de una consciencia transfigurable.

Al menos la pureza de este vislumbre

puede asumir un enigma más voluptuoso

de esta inacabada sabiduría.


Meditación impregnada en susurros catalépticos;

Vértigo discontinuo de una inhalación resurrecta.


Elevación retoñada de una antigua consecuencia,

fija como el alba que recrea una repetida sensación infrahumana,

sutil como la parábola de un ente coronado;

Nunca es suficiente consagrarse de esta tranquilidad,

pero tampoco es necesario sacrificar esta ascendencia soñada

en un eterno sopor de arrepentimiento sucesivo.


¡En este instante…este sendero es más etéreo, que un final no tiene sentido!

Carestía Clitorial

En vano surto el sabor de tus dichosos labios,

que digiere el deseo a una carnívora escasez.

En el aleteo de una mariposa estéril,

se esparce la pasión de una frívola fecundidad.


Devorada en placer, gimes por un deleite.


Las princesas se apuñalan la virgo de su castidad,

esperando por la llave de una perversa deidad.

Se disipa el aroma de una loba preñada,

en la intemperie fatigosa de una doncella fornicada.


Devorada en miedo, pides una impureza.


Nereidas afligidas, desnudan su escamas.

Lluvias perfumadas, precipitan por delirio.

Ahogadas en llantos, las sirenas se quejan;

Cuando Tiamat emana la esperma afable.


Devorada por hambruna, la semilla germina.

Un Susurro a una Luz Latiente

A Yukiko Miyazawa


Pureza inmaculada que trasciende en una mirada

hermosura constelada dibujada en contemplación,

esencia florecida que despierta las mañanas

ternura esparcida que revive un alma.


¿Le podemos decir a la luz

que nos acompañe a nuestro ocaso?


Ya mañana, serás un destello de vida

Dulce Exhalo con Lujuria Embriagada

Las luces palpitan en millares de estrellas

placentez ilícita revuelto en danza alusiva

destellos y caricias

sonrisas e insinuaciones

¿Cuántas Venus se colgaron de su brillo?


Mi copa no esta fría, pero un beso cae en mi ardor.


Compartamos nuestras lenguas con la esencia de la noche:

Mitigando brumas de amaneceres

Explorando sudores perfumados en caricias

Sintiendo soledad en una multitud profana


Sentémonos en un diván,

Pues la luna quiere participar

(Me carga en su pecho: Amamantando)

Mientas los sueños se vuelven mujeres y licor,

ella da un zarpazo

a tu cuerpo de afrodita elegante.


Pues…

en otro recodo silencioso

los amantes se tiñen de vino y piel.

Eterna Carnada Amorosa


Para Inelsa

Preferiría darte un beso salitre

antes de que me pongas un coral de ensueño;

Con la divina exactitud de un sirena

vuelves con mi atardecer enjaulado en una perla

¿Por donde cabra mi estrellas en tu mar?

¡Será posible que aplaques mi serenidad!

(Un pescador osó en capturar tu encanto)

Deja tu estela de jazmín afrodisíaca

he ostentado vuestro frutos sabrosos…

Llenando mi paladar con las aletas de tus pies.

Desmenuzando las escamas que adorna tu cintura.

Lamiendo la carne destapada de tu concha.

Súbitamente hemos sido embriagados en las olas

hermoso cardume de un fulguroso encuentro

bendición amada invocada en un farolito.

En crestas abrumadas conoces un amor fondeado

haciendo velas que atrapan los soplos de mis madrigales.

¡Oh sublime [in]sensatez!:

¿Me llevaras en afable reposo antes la calida palpitación

de su hermosura naufragada?

(Con solo contemplar la luna, veo a Dios pescando mis musas)

Solo así…

Dejare mi anzuelo en tu lecho

para que seas: Mi eterna carnada amorosa.

Epidermis (Dueto con Yukiko Miyazawa)


Nacer… poco a poco irse consumiendo,

Aquella dermis que nos acompaña,

Quizás sea que con el tiempo,

Al pasar de los años, ¿es la que se arruga, y envejece?,

Acaso será, que es donde nos laceran los engaños,

Y … ¿ la que drena pus y sangre cuando nos lastiman?

¿La que protege nuestra vulnerabilidad de la selva de asfalto?.

Tal vez viviría en un cielo de flagelos

O en la esquina de un templo sobre-arreglado

(Quizás Dios conoce bien mis planes, puesto que se ríe mucho)

Cada ser es un universo, pero debo ser como el universo

El cual mucho de ellos no son capaces de hacer brillar por si

Aun así, dejaría mi vieja concha de desilusiones

Para poder abrumar un nuevo ser en mi espíritu.

Sembrando Atardeceres en tu Plegaria


Desmiénteme si una vez ose en figurar mi prepotencia,

(No sabes aun) que tanto me costo compartir mi costilla

Por la benevolencia de tu amor (Aquel donde solías

impregnar tu mentira en la flor de mi médula).

Extrañarte: Fue mi caldo amargo y pasivo

¡Es una cofradía de anatemas celestiales!

Pero por más sentido le doy a este enigma testarudo,

no hallo modo (Ni suspiro)

en apartarte de mi secretos y compasiones.


Aun en esta vida, nada es tan desolado…

Mucho menos equivocado.

Solo estas en mí: Esbelta y Sentida.

¿Dime si podrás besar este flagelo

Tan herido en nostalgia?

Heme aquí, mirándote en mi ventana:

Desvanecida, pero presente en mi ternura.


Solo avísame cuando el viento te lleve a mi regazo

y estaré allí con los atardeceres de tu fraternal caricia.

Desvanecido


Memorias pasadas desenvuelven un tiempo,

que repite las lagrimas de agrias decadencias.

Pétalos que caen como otoño usurpado,

de vuestra lagrimas existe un olvido disecado.


¿Cómo puedes dejarme sin aliento de vida?


Arduo suspiro que abruman vuestra alma,

emanando sobria tristeza de soledad sembrada.

Morir con deseo que morir sin vivir,

¡Donde más pudiera sofocar esta melancolía!


Ayer estuviste aquí, ahora solo esta tu ausencia.


Déjame alcanzar el cielo de tu inercia,

pues solo quise ahogar el llanto de tu desden.

Meramente distante de mi muerte anunciada,

pidiendo desahogo entre tus sombrío pecho.


Entre lágrima y parpadeo, existe un indefinido espacio.


Mi alma se torna de monótona palidez,

adelgazando mi esencia de vacuo pesar.

De mis lágrimas y las vuestras,

solo queda un desvanecido adiós.

Venus en Útero

Pieles suaves que madrugan entre delirios,

adentrando esporas que aferran una pasión.

Residuos de cabello esparcidos en una desolación,

dejando el rastro de una escapada intimidad.


Estas adentro, ocultada en un matorral.


Ecos de una risa que viajan con un llanto,

la ausencia niega reconocer la grieta de la concha.

Nunca encontrado: El lazo de tu melena;

Solo letras ensangrentadas de un parto sagrado.


Estas cerca, corriendo entre lilas carnívoras.


Cupidos manchados duelan por una flecha maldecida,

gastando su deber por una presa perdida.

Divinidades expulsadas señalan una mirada,

donde las gotas de un desespero caen de tu lengua.


Estas aquí, sentada entre las dagas de un abrume.


Lucrecias embarazadas perforan rosas marchitadas,

creando coronas para una diosa estéril.

Apenas sentiste la caricia de tu fría cara,

cuando tu hermosura se limpio de agrios sudores.


Estas conmigo, bañándote en una tina de sangre

...Purificando el beso de tus labios.

Bellanía

Inflamea un deseo esculpido de una deidad,

arde la ingesta de una carnalidad distante.

Una belleza incauta a un alma silenciada,

como mil noches arábigas de un solo deseo.


Largo azabache de una penumbra seductiva,

nieve fría en la inercia de tu tez manchada.

Diosa babilónica desposada de un sortilegio,

hermosura oscura vestida de falsa ternura.


Radiante Bellanía de una noche congelada,

recorres los arbusto de un pasillo seráfico.

Creando matices de una pasión escrupulosa,

a mi vigilante semblante de alma silenciada.


¿Quién buscas para transfigurar tu sentir?

Dulce Bellanía de una luna egoísta;

¿Quién sospechas de una sombría elegía?

si el mismo poeta te besa de sus letras.


¡Ahuyenta mi maldición de silencio!

Aunque no conozcas el nombre de tu seductor.

Espera otra noche de rimas suculentas,

y veras la oda que he creado en ti.

Áurea de Rosa Azul

En lagunas de suspiros inundados,

solo un reflejo distorsiona mi semblante.

Bajo un ocaso de pequeño atardeceres,

la noche me incita a reconocer tu presencia.


Como hojarascas flotantes de una belleza dispersa,

flotas en sueño dentro una prístina aurora.

Pueden caer las flores de la primavera dolorosa,

y quizás despiertes en una luz de esmeralda.


En las lágrimas de una estrellas descarriadas,

el cielo se impregno de tu fauna noctambular;

Solo tocas el alma con una divina ternura

y revives la esencia de un poeta desamoroso.


He bebido en tu laguna,

y tu fulgor cegó mi soledad.

He llorado por una locura,

y tu amor brilla como el áurea de una rosa azul.


¡Dadme tu luz, pues mi áurea lentamente se extingue!

Trigémino

La farsa cambia su mascara,

cuando el lujo chorrea su condena.

Tantas expresiones que niegan serlos,

aferradas en agonías retorcidas

Risas que Desaparecen con gracia.

Llantos ahogados en silencio.

Rencores petrificados por eternidad.

El dolor se une en la trinidad,

formando un solo dolor por aliviar.

Cielo Inerte


Más blanca que la piel de una difunta, más vacía que el aliento sin vida. Pude verte tan pálida como el alba sin su mañana, donde tu inmensidad quedó olvidada en el silencio de los cuatros vientos.
El canto de los pájaros heridos trae el luto de tu muerte celestial. Ya no puedes escucharlos, ya no puedes ofrecerles el vuelo de sus pobres canciones. Sólo revolotean parásitos de un oráculo enfermizo, esperando abrir el paso de su hambruna abismal.
Ya nada igualará tu majestuosa grandeza, incluso el océano evocara a su oscura melancolía. Mis pinturas no tendrán sus paisajes, ya que sufriste la repercusión de una tristeza fatal. No pudiste llorar, ni siquiera romper las centellas de tus hermanas tormentas, los astros dejaron de compartir tu omnipresencia cuando la noche vio que no respondiste a sus tinieblas. La primavera se quedó esperando por el regazo del inmenso azul. El verano prefirió ocultarse en la frialdad de su atardecer. El otoño ignoro el último suspiro de los bosques moribundos. El invierno no cubrió el sueño de la naturaleza penosa. ¿Por qué falleciste tan repentinamente? ¡El aire ya no tiene lugar donde vivir!
El blanco consumió tu belleza reinante, mientras observaba un flácido cisne tratando de despertarte de tu injusta inercia. No escuchaste su quejido, ni siquiera sentiste cómo se desvanecía su esfuerzo, al caer lentamente de tu sola presencia. ¡Estás muerta!, eso fue lo que nunca entendió. Pobre de ti, ¡Oh cielo inerte! Otra mañana sin tu belleza, otra noche sin tu lujuria; no hallo aliento en tu ser, que me de un profundo respirar a mi alma. Una vacua soledad que anidaste por un sobrio momento, los pilares de la luz pausadamente se extinguen en tu alto sepulcro; las sombras no volverán a abrumar sus sombrías mímicas.
¡Nunca podré contemplarte como antes! Ya sucumbiste al eterno reposo de tu vida extinta. ¿Cómo podrán recordarte, mi dulce cielo? Ya mis lágrimas perdieron el color, ya mi alma no podrá vagar en pena; puesto que descansas en un sueño sin fin. ¿Donde estará tu espíritu?, ¡Mi pobre cielo!
Un silencio se siente en cada horizonte, en cada colina, en cada pradera, en cada montaña, es la vacuidad que sembró tu lamentable ausencia.
Moriste para dejar un mañana desfallecer, moriste para culminar la melodía de la noche, moriste por envenenar las tempestades de la vida.
Sólo te vi por última vez, te dejo en paz en tu omnipresencia fallecida. ¡Oh, cielo Inerte!, ¿Por qué nos abandonaste?... ¿Por qué?